Preparación:
1. En primer lugar, calienta la leche en un cazo con la canela y las pieles de limón y naranja. Tenga cuidado de no coger las partes blancas del limón y la naranja, ya que amargarían. Sin hervir, dejar infusionar durante 10 minutos a temperatura media.
2. Añadir el agua de azahar y reservar parte de la leche para que se enfríe.
3. Una vez fría, diluir la harina de maíz y batir bien para eliminar los grumos.
4. 4. Colar la infusión anterior en otro recipiente para eliminar los restos de corteza y canela. Calentar de nuevo y añadir la leche con la maicena, removiendo continuamente para evitar que se pegue, y hervir a fuego medio durante 4 minutos.
5. Cuando acabe el tiempo, verter el contenido del cazo en una bandeja y tapar bien con film transparente para evitar que se forme una costra en la superficie.
6. Dejar reposar y, cuando esté frío, refrigerar durante al menos 6 horas. También se puede preparar de un día para otro.
7. Cortar la masa resultante en el tamaño y forma deseados: normalmente pequeños rectángulos o redondos.
8. Espolvorear con harina y, a continuación, pasar por huevo batido, teniendo la precaución de colocarlos sobre papel absorbente.
9. Calentar abundante aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente, freír los trozos. Según los vamos sacando de la sartén los depositamos en un recipiente cubierto previamente de papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.